Cómo transitar experiencias negativas

No nos gusta pasar por experiencias dolorosas, hacemos todo lo posible para evitarlas, y tenemos muchos mecanismos de defensa aprendidos desde la infancia para evadirlas.

Pero lo cierto es que como más aprendemos y maduramos es atravesando este tipo de vivencias, aquellas que más nos duelen o que nos ponen entre la espada y la pared. ¿No es un poco injusto que tengamos que pasarlo mal para aprender? No se si es injusto o no, pero parece sabio hacerlo así. Porque cuando salimos de nuestra zona de confort es cuando realmente podemos descubrir quienes somos, dónde están nuestros límites y hasta dónde podemos llegar.

¿Pero cómo podemos hacer para atravesar el duro camino de espinas sin desplomarnos en el intento?

Lo primero que hay que hacer, es tomar distancia de dicha situación, intentar tener una mirada lo más objetiva posible y ver el problema “desde lejos”, como si le estuviera pasando a otra persona. ¿Qué le diríamos a nuestro amigo/a si le estuviera pasando lo que nos está pasando a nosotros? Esto ayuda a desdramatizar la situación, y a no quedarnos con una actitud tremendista.

Después de este paso, lo que sigue es hacer un análisis con la cabeza más fría y filosofar sobre la situación. Preguntarse cosas cómo ¿Para qué me ha pasado esto? ¿Para que aprenda qué? ¿Qué puedo sacar de esta situación? ¿A quién puedo acudir en busca de ayuda? ¿Qué me quiere decir la vida con esto? El análisis y las preguntas nos ayudan a no actuar impulsivamente, y a ver que toda situación tiene un aprendizaje que nos servirá para más adelante. Hay que aprovecharlo.

alocada45No tener actitud de víctima. A veces no somos responsables de la mala situación, pero no por eso hay que ponerse en el papel de víctima, porque esto no nos ayudará a crecer y a madurar, nos pone en una actitud infantil, esperando que alguien nos consuele.

Y por último, darse el permiso de expresar lo que siento, ya sea rabia, enojo, tristeza, culpa… Está bien sentirse mal, no hay que culparse por ello, hay que dejar salir sea lo que sea que sintamos. Cuanto más rápido lo dejemos salir, más rápido lo transitaremos, y cuando menos nos demos cuenta, ya estaremos bien otra vez, descubriendo que atravesamos la tormenta y no morimos en el intento.

 


Deja un comentario