¿Por qué cuesta tanto salir de la Zona de Confort?

zona-de-magia

La mente del ser humano está hecha para darle sentido a todo lo que percibimos. No podía ser de otra manera. Nuestro cerebro tiende a completar las formas, rellenar los huecos, repletar lo incompleto. (algo que explica muy bien la Gestalt)

Por ejemplo, si vemos esta imagen:

diagrama

Nuestro cerebro va a tender a unirlo, a completar el círculo en nuestra cabeza, como si fuera un puzzle. En cambio si vemos ésta otra imagen:diagrama2

Notamos que algo no cuadra. Inmediatamente vemos que no encaja, que con esas figuras no se puede completar el círculo.

Esto lo hacemos con todo, desde las cosas más simples como el ejemplo de la imagen hasta las cosas más complejas, como las relaciones entre dos o más personas. Cuando sentimos que algo no encaja con el esquema que nosotros tenemos en mente, pensamos que no está bien.

Cada uno tiene su propio puzzle y en él todo está perfectamente encajado. Hemos tardado mucho tiempo en colocar todas las piezas y formar nuestro propio círculo y no nos gusta que venga nadie a desarmarlo. Eso es lo que se llama “zona de confort”.

Nuestra zona de confort es sumamente importante para nosotros. Ahí nos sentimos cómodos, libres, sabemos dónde va cada pieza, quién pertenece a qué lugar y hasta dónde llega nuestro círculo de confianza. Pero en cuanto hay un elemento nuevo o extraño que no encajo nos hace salirnos de nuestro círculo ponemos resistencia. Nuestro primer pensamiento es “no, yo no me muevo de aquí.”
previewFuera de nuestra zona de confort, todo es diferente. Y por diferente entendemos que es “malo”. Lo tenemos asociado así porque significa que es algo desconocido. Y el miedo a los desconocido es el miedo más natural e innato del ser humano.

Este miedo a lo desconocido tendría sentido si viviéramos en la jungla, no hubiera civilización y en cada paso que diéramos nos jugáramos la vida porque no sabemos si va a salir un tigre de la nada y nos va a matar. Pero por suerte vivimos en una sociedad más que civilizada donde tenemos una red protectora muy grande en la que podemos caer. No nos jugamos la vida con cada decisión que tomamos.

Ese es el punto, que la gente que tiene miedo a cambiar piensa que si lo hace su vida corre peligro. Y no es así para nada. Aunque tomes una decisión errónea y la cagues monumentalmente, tienes a tu familia, amigos, compañeros del trabajo, centros de ayuda, hospitales, cientos de países y miles de trabajos diferentes a los que puedes recurrir. Es una red protectora muy amplia y seguramente caigas en blandito.

El mundo es muy grande y las oportunidades son infinitas, y vivimos dando vueltas en nuestro mini círculo de la zona de confort.

 

 

preview (1)Si abrimos un poco la mente y nos atrevemos a explorar, podemos cambiar el “de aquí no me muevo” por “puede ser de otra manera que yo no conocía”. Si hacemos esto y nos atrevemos a dar un paso hacia lo desconocido, nuestra zona de confort se ampliará un poquito más, el círculo se agranda, y nos volvemos a adaptar y a crear una nueva zona de confort, que aunque es más grande, no deja de ser un círculo cerrado.

Cuanto más abramos nuestra mente y menos prejuicios tengamos, más se expandirá el círculo, hasta que llegue un momento que no veamos los límites. Ese momento será genial, porque significará que tu curiosidad le ganó la batalla al miedo, habrás superado los obstáculos que tanto temías y habrás dado un paso de gigante en tu desarrollo personal.

Si sientes que tu miedo es demasiado y no puedes superarlo tu solo, te invito a que busques ayuda, no es malo pedir ayuda, todos la necesitamos. Es mejor pedir ayuda en un momento determinado que estar para siempre encerrados en nuestro mini círculo.

 

 


Deja un comentario